HISTORIA DE LA ESTADÍSTICA
La
palabra Estadística procede del vocablo “Estado”, pues era función principal de
los Gobiernos de los Estados establecer registros de población, nacimientos,
defunciones, impuestos, cosechas... La necesidad de poseer datos cifrados sobre
la población y sus condiciones materiales de existencia han debido hacerse
sentir desde que se establecieron sociedades humanas organizadas.
Es
difícil conocer los orígenes de la Estadística. Desde los comienzos de la
civilización han existido formas sencillas de estadística, pues ya se
utilizaban representaciones gráficas y otros símbolos en pieles, rocas, palos
de madera y paredes de cuevas para contar el número de personas, animales o
ciertas cosas.
Su
origen empieza posiblemente en la isla de Cerdeña, donde existen monumentos
prehistóricos pertenecientes a los Nuragas, las primeros habitantes de la isla;
estos monumentos constan de bloques de basalto superpuestos sin mortero y en
cuyas paredes de encontraban grabados toscos signos que han sido interpretados
con mucha verosimilidad como muescas que servían para llevar la cuenta del
ganado y la caza.
Hacia
el año 3.000 a.C. los babilonios usaban ya pequeñas tablillas de arcilla para
recopilar datos en tablas sobre la producción agrícola y los géneros vendidos o
cambiados mediante trueque.
Los
egipcios ya analizaban los datos de la población y la renta del país mucho
antes de construir las pirámides. En los antiguos monumentos egipcios se
encontraron interesantes documentos en que demuestran la sabia organización y
administración de este pueblo; ellos llevaban cuenta de los movimientos
poblacionales y continuamente hacían censos. Tal era su dedicación por llevar
siempre una relación de todo que hasta tenían a la diosa Safnkit, diosa de los
libros y las cuentas. Todo esto era hecho bajo la dirección del Faraón y fue a
partir del año 3050 a.C.
En
la Biblia observamos en uno de los libros del Pentateuco, bajo el nombre de
Números, el censo que realizó Moisés después de la salida de Egipto. Textualmente
dice: "Censo de las tribus: El día primero del segundo año después de la
salida de Egipto, habló Yave a Moisés en el desierto de Sinaí en el tabernáculo
de la reunión, diciendo: "Haz un censo general de toda la asamblea de los
hijos de Israel, por familias y por linajes, describiendo por cabezas los
nombres de todos los varones aptos para el servicio de armas en Israel. En el libro
bíblico Crónicas describe el bienestar material de las diversas tribus judías.
En
China existían los censos chinos ordenados por el emperador Tao hacia el año
2.200 a.C.
Posteriormente,
hacia el año 500 a.C., se realizaron censos en Roma para conocer la población
existente en aquel momento. Se erigió la figura del censor, cuya misión
consistía en controlar el número de habitantes y su distribución por los
distintos territorios.
En
la Edad Media, en el año 762, Carlomagno ordenó la creación de un registro de
todas sus propiedades, así como de los bienes de la iglesia.
Después
de la conquista normanda de Inglaterra en 1.066, el rey Guillermo I, el
Conquistador, elaboró un catastro que puede considerarse el primero de Europa.
Los
Reyes Católicos ordenaron a Alonso de Quintanilla en 1.482 el recuento de
fuegos (hogares) de las provincias de Castilla.
En
1.662 un mercader de lencería londinense, John Graunt, publicó un tratado con
las observaciones políticas y naturales, donde Graunt pone de manifiesto las
cifras brutas de nacimientos y defunciones ocurridas en Londres durante el
periodo 1.604-1.661, así como las influencias que ejercían las causas
naturales, sociales y políticas de dichos acontecimientos. Puede considerarse
el primer trabajo estadístico serio sobre la población.
Curiosamente,
Graunt no conocía los trabajos de B. Pascal » (1.623-1.662) ni de C. Huygens
(1.629-1.695) sobre estos mismos temas. Un poco más tarde, el astrónomo Edmund
Halley (1.656- 1.742) presenta la primera tabla de mortalidad que se puede
considerar como base de los estudios contemporáneos. En dicho trabajo se
intenta establecer el precio de las anualidades a satisfacer a las compañías de
seguros. Es decir, en Londres y en París se estaban construyendo, casi de
manera simultánea, las dos disciplinas que actualmente llamamos estadística y
probabilidad.
En
el siglo XIX, la estadística entra en una nueva fase de su desarrollo con la
generalización del método para estudiar fenómenos de las ciencias naturales y
sociales. Galton » (1.822-1.911) y Pearson (1.857-1936) se pueden considerar
como los padres de la estadística moderna, pues a ellos se debe el paso de la
estadística deductiva a la estadística inductiva.
Los
fundamentos de la estadística actual y muchos de los métodos de inferencia son
debidos a R. A. Fisher. Se interesó primeramente por la eugenesia, lo que le
conduce, siguiendo los pasos de Galton a la investigación estadística, sus
trabajos culminan con la publicación de la obra Métodos estadísticos para
investigaciones. En él aparece la metodología estadística tal y como hoy la
conocemos.
A
partir de mediados del siglo XX comienza lo que podemos denominar la
estadística moderna, uno de los factores determinantes es la aparición y
popularización de los computadores. El centro de gravedad de la metodología
estadística se empieza a desplazar técnicas de computación intensiva aplicadas
a grandes masas de datos, y se empieza a considerar el método estadístico como
un proceso iterativo de búsqueda del modelo ideal
Las
aplicaciones en este periodo de la Estadística a la Economía conducen a una
disciplina con contenido propio: la Econometría. La investigación estadística
en problemas militares durante la segunda guerra mundial y los nuevos métodos
de programación matemática, dan lugar a la Investigación Operativa
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